Predicciones, preocupaciones, expectativas, valoraciones y tendencias
A poco más de un año de iniciada la pandemia, con una crisis económica latente y restricciones vigentes por la crisis sanitaria, el peruano enfrenta el 2021 con una óptica diferente: Recuperar el tiempo perdido, retomar planes postergados y adecuar su comportamiento de compra y consumo a la nueva normalidad. A continuación, una descripción general del nuevo consumidor.
Predicciones: El peruano vaticina que seguirá usando mascarillas en lugares públicos pasado el 2021, por lo menos un año más, e incluso considera bastante probable que exista una nueva pandemia global causada por un nuevo virus. Presagia que la economía global será más sólida, pero no para el Perú, que no se recuperará completamente de los efectos de la crisis y que la vida en el país no volverá a la normalidad tan fácilmente. Para su entorno personal y familiar augura un mejor año en términos económicos, está más optimista respecto al futuro y piensa retomar sus planes. Como consumidor, pronostica que gastará más dinero comprando en línea que de manera presencial. En la esfera social predice que la pandemia acrecentará la desigualdad de ingresos y que las personas serán más intolerantes entre sí.
Preocupaciones: En estos tiempos, la pérdida del ingreso o empleo es a lo que más teme y lo que más preocupa al peruano. Asimismo, intranquiliza el deterioro de la salud mental o física por esta nueva normalidad. La dificultad para acceder a la educación -motor de desarrollo- impacienta sobremanera, al igual que la dificultad para acceder a herramientas digitales y a la tecnología en general. Inquieta el riesgo de un empeoramiento de la desigualdad y prejuicio social. Presiente que se incrementará el carácter individualista. También preocupan los desastres naturales en consecuencia del impacto del cambio climático. Todos estos aspectos son parte de una preocupación global y el Perú no es la excepción, más de la mitad de su población los considera asuntos que alarman y urge solucionar.
Expectativas: Un sentir optimista y una perspectiva positiva son las características del consumidor 2021 para el futuro inmediato, retomará sus planes postergados y reactivará sus actividades fuera de casa una vez esté vacunado. Entre sus principales proyectos destaca la intención de ampliar o renovar la vivienda, orientará parte de sus fondos al equipamiento del hogar con muebles y artefactos de línea blanca y marrón. El interés por invertir en una propiedad inmobiliaria está latente, principalmente un lote o terreno. Los vehículos también están en la mira. Los estudios están en la lista de deseos, la actualización permanente es siempre una preocupación, hay interés mayor por cursos que no forman parte de un programa educativo como son los cursos sueltos de especialización. Tener un negocio propio es el nuevo sueño del peruano y para un segmento importante de la población, el emprendimiento será el camino para salir de la crisis económica.
Valoraciones: La vivienda se convirtió en el centro de operaciones de todos los miembros del hogar, con los meses que se lleva de pandemia se renovó el valor de sentir protección y resguardo bajo su techo. El confinamiento y distanciamiento social interrumpieron las relaciones interpersonales, se extraña las reuniones familiares y de amigos. En este mismo sentido, se valora sobremanera la interacción directa con otras personas, siendo importante en las actividades comerciales como la atención de consultas y reclamos (sí un humano, no un bot). Las actividades al aire libre se revaloran cada vez más, se aprecia la libertad de salir a caminar, trotar o montar bicicleta. Volver a los centros comerciales y restaurantes con la confianza y seguridad del caso se apreciaría mucho, la mayoría de peruanos declara que el pasaporte de vacunas debería exigirse para ingresar a ellos, incluso en espacios extensos como los estadios o en pequeños como tiendas y oficinas.
Tendencias: El consumidor espera que las marcas puedan darle toda la ayuda posible y hacerle las cosas más fáciles. Atención individual y personalizada es lo ideal, no se quiere sentir un cliente más. Son tiempos de búsqueda del mejor precio y la mejor promoción, la consigna es el ahorro inteligente. Si bien el efectivo sigue siendo lo más utilizado, la orientación es hacia los medios de pago electrónicos. Las marcas siguen siendo importantes, en especial las “de toda la vida”, pero también hay una propensión al cambio de ellas por opciones más económicas. El cuidado de la salud es cada vez más notorio y una preocupación creciente. Existe una mayor predisposición hacia una alimentación saludable, la actividad física y el consumo de suplementos para el sistema inmunológico es cada vez mayor. En entretenimiento, la orientación es hacia el ocio digital, claramente hacia el uso de redes sociales y el consumo de contenido streaming.
El 2020 fue el año de adaptación a una nueva realidad y adopción de nuevas formas de hacer las cosas, el 2021 es el año del reinicio; conocer y entender tanto lo que piensa como lo que quiere esta nueva versión de consumidor se vuelve clave para planear cómo conectar con él en el futuro inmediato.
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