Esta edición nos presenta unos aportes relacionados con el tema de sostenibilidad, evidenciando la creciente importancia de este concepto para las empresas de todo tipo, reflejando, por supuesto, la creciente preocupación de la sociedad en general por la protección del medio ambiente.
La más conocida definición de sostenibilidad es la de la Comisión de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, que dice “el desarrollo sostenible es la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Para ser actores eficaces en este cambio de paradigma en el uso de los recursos que nos provee el mundo, es importante entender que es lo que este concepto involucra y como se materializa. La Investopedia nos dice que está compuesto por tres pilares: económico, ambiental y social. Dicho de otra forma, por las tres “p” en inglés, pero esta vez no las del marketing sino “profits, planet, and people”.
Naturalmente ya estamos viendo como las empresas se están organizando para cumplir con estas expectativas del mercado, con acciones como van desde la reducción o eliminación de materiales de empaque o alternativas biodegradables, reformulación de productos, reducción de emisiones y cambio a energías renovables, así como la reducción y el tratamiento de desechos. En el aspecto social, está en procurar insumos de o a través de “Fair-trade organizations”. Es una gran transformación la que está ocurriendo para cuidar de este bello planeta azul en el cual vivimos. Hagamos nuestra parte y confiamos en que la total transformación se complete pronto.
Otra nota nos habla de consumo de pantallas. Leerla me trajo a la memoria imágenes de uno de mis viajes de pesca a una remota aldea nativa en las profundidades de la cuenca del Orinoco en la selva colombiana. Léase remoto como más de 250 km por río de la ciudad más cercana. Sin embargo, tienen conexión celular, todas las familias contaban con celular, muchas con smartphones y, lo que especialmente llamó mi atención fue ver a pequeñines de 2 o 3 años birlarles los celulares a sus padres y diestramente buscar sus vídeos en Youtube. Los estudios de consumo de pantallas usualmente tratan de 18 años para arriba. Ahí dejo el encargo para que nos digan que pasa con el grupo de 2 a 17 años, especialmente ahora, en que la educación remota los ha convertido en diestros usuarios de todo tipo de dispositivos.
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